¡Bienvenido a la aventura verde! En este artículo, quiero compartir contigo una serie de consejos prácticos para que puedas dar los primeros pasos hacia un estilo de vida más autosuficiente y verde directamente desde la comodidad de tu hogar.
Adoptar hábitos sostenibles no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede mejorar tu calidad de vida y ahorrar dinero a largo plazo.
¡Vamos a sumergirnos en estas ideas y hacer del mundo un lugar más verde!
Reduce tu consumo de energía
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Opta por bombillas LED de bajo consumo: Estas bombillas son más eficientes en términos energéticos y tienen una vida útil más larga que las bombillas incandescentes tradicionales.
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Apaga los electrodomésticos cuando no los uses: Aunque parezca obvio, muchos electrodomésticos continúan consumiendo energía en modo de espera. Apagarlos por completo cuando no estén en uso puede ahorrar una cantidad significativa de energía.
En este punto no te voy a poner el ejemplo “tonto” del led de la televisión, porque al final de mes, este tipo de gasto no supone ni un euro si juntamos todos los electrodomésticos. De modo que no apagues la regleta de la TV si no quieres.
Me refiero a gastos más sustanciales. Te pongo un ejemplo que me solía pasar a mi. Tenía una cafetera que al encenderla, tenía una placa superior para calentar las tazas y además, cargaba agua, la calentaba y la mantenía caliente para hacer los cafés más rápidamente. En ocasiones, después de hacerme el café, se me olvidaba apagarla y mantenía las funciones de calentado durante una hora, hasta que finalmente se apagaba sola. Esto sí es un gasto de energía sustancial.
- Aprovecha la luz natural: Mantén cortinas y persianas abiertas durante el día para aprovechar al máximo la luz del sol y reducir así la necesidad de encender luces artificiales.
Además, el sol es una muy buena fuente de calor. No digo que te permita prescindir de calefacción, pero te aseguro que ahorrarás un buen dinero adoptando está sencilla costumbre.
- Considera la energía solar: La instalación de paneles solares en tu hogar puede ser una inversión inicial significativa, pero a largo plazo te permitirá generar tu propia energía limpia y reducir tu dependencia de la red eléctrica o incluso desconectarte de ella.
Aprovecha al máximo el agua
- Repara las fugas: Incluso una pequeña fuga en un grifo puede desperdiciar grandes cantidades de agua con el tiempo.
Asegúrate de reparar cualquier fuga de agua tan pronto como sea posible. Es algo muy sencillo de hacer y la mayoría de las veces no supone un gran coste enconómico.
Normalmente, consiste en sustituír una simple goma/junta o cambiar un grifo. Fíjate, además de ahorrar y adoptar constumbres sostenibles, te conviertes en manitas. Si es que esto solo tiene cosas buenas…
- Instala dispositivos de ahorro de agua: Los dispositivos como cabezales de ducha de bajo flujo y grifos aeradores pueden ayudarte a reducir significativamente el consumo de agua en tu hogar.
Hoy en día, cuando compras un grifo, columna de ducha, cisterna, etc, suelen incluír una etiqueta con la eficiencia, al igual que lo hacen los electrodomésticos. Fíjate bien e intenta optar por lo más eficiente siempre que tu bolsillo te lo permita.
- Recoge agua de lluvia: Instalar un sistema de recolección de agua de lluvia puede proporcionarte una fuente gratuita de agua para regar tus plantas o para otras tareas domésticas.
Este punto es muy subjetivo, yo en casa tengo un deposito de 300L conectado a la bajante de aguas pluviales del tejado. Cuando este rebosa, sigue su camino por el desague.
Quizá sea demasiado para empezar pero lo cierto es que no es necesario algo tan complicado.
Como idea, puedes colocar calderos en el exterior los días de lluvia para poder recoger el agua y así poder regar tus plantas sin tener que gastar la del grifo.
Es más, con un buen sistema de filtrado/osmosis, incluso podrías utilizarla para beber.
Reduce, reutiliza, recicla
- Minimiza los productos desechables: Opta por productos reutilizables en lugar de desechables siempre que sea posible.
Por ejemplo, usa bolsas de tela en lugar de bolsas de plástico y utiliza botellas de agua recargables en lugar de botellas de plástico de un solo uso.
- Separa tus residuos: Asegúrate de separar correctamente tus residuos para facilitar el proceso de reciclaje.
Investiga sobre los programas de reciclaje disponibles en tu área y sigue las pautas locales para el reciclaje adecuado.
- Da nueva vida a objetos viejos: Antes de desechar algo, considera si puede ser reparado o reutilizado de alguna manera. Muchos artículos pueden tener una segunda vida con un poco de creatividad y trabajo manual.
Muebles antiguos, ropa usada o incluso aparatos electrónicos (teléfonos, televisores, etc) tienen buena aceptación en mercados de segunda mano. Por muy desgastado o viejo que pueda parecerte, te sorprendería la gente que hay por ahí comprometida con la causa dispuesta a reutilizar y reaprovechar cualquier cosa
Cultiva tu propio alimento
- Comienza un huerto en casa: Aunque no tengas un gran espacio al aire libre, puedes cultivar tus propias verduras en macetas o jardineras en tu balcón o ventana.
Incluso las hierbas aromáticas pueden crecer felizmente en interiores.
Usa productos de limpieza eco-friendly
- Haz tus propios productos de limpieza: Muchos productos de limpieza comerciales contienen ingredientes nocivos para el medio ambiente y la salud.
Haz tus propios productos de limpieza utilizando ingredientes naturales como vinagre, bicarbonato de sodio y jugo de limón.
- Compra productos ecológicos: Si prefieres comprar productos de limpieza en lugar de hacerlos tú mismo, busca marcas que sean transparentes sobre sus ingredientes y que utilicen envases reciclables o biodegradables.
Reduce tu consumo de carne y productos de origen animal
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Experimenta con comidas basadas en plantas: Incorpora más frutas, verduras, granos enteros y legumbres en tu dieta diaria. Explora recetas vegetarianas y veganas para descubrir nuevos sabores y opciones deliciosas.
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Reduce los días en los que “toca carne: Sé que la carne está buena y puede ser muy complicado dejarla o reducir su consumo pero, al final, cuando adoptamos el habito de “una o dos veces por semana”, el cuerpo no la echa en falta.
Siempre y cuando no nos falten nutrientes, a nuestro cuerpo le da igual de donde provenga la proteina.
Apoya a empresas y marcas sostenibles
- Investiga tus opciones: Antes de realizar una compra, investiga sobre la empresa y sus prácticas comerciales.
Busca marcas que sean transparentes sobre sus prácticas de producción y que trabajen para reducir su impacto ambiental.
Te pongo un ejemplo, si tengo que comprar frutas y verduras, me aseguro que estas provengan de algún sitio cercano. No tiene ningún sentido comprar unas naranjas importadas de Alemania (con toda la logistica, producción, mano de obra y transporte que implica) viviendo en la Comunidad Valenciana, región conocidisima por sus naranjas, horchata y fallas…
- Apoya a empresas locales: Prioriza las empresas locales y sostenibles siempre que sea posible. Esto no solo reduce la huella de carbono asociada con la producción y el transporte de productos, sino que también ayuda a fortalecer tu comunidad.
Estas son solo algunas de las muchas formas en que puedes comenzar a vivir de manera más verde en casa. Recuerda que cada pequeño cambio que hagas puede marcar una gran diferencia en el mundo. ¡Así que manos a la obra y comencemos a vivir de manera más verde desde hoy mismo!